La pandemia por el COVID-19 ha generado diversos efectos negativos en la economía, salud, vida diaria, etc. Esto ocasiona que, de una u otra manera, los colaboradores en cada empresa se vean sometidos a un estrés más allá del normal, aunado a factores externos como la preocupación por sus seres queridos o el temor o incertidumbre al no saber qué pasará en el futuro próximo.
Según estudios compilados por el experto en Psicología Organizacional Juan Pablo Díaz Tarragó, consultor asociado de la firma chilena Assertive Consulting Group, se estima que trabajadores en general, han sufrido un elevado impacto emocional a consecuencia del COVID-19 y las medidas de confinamiento, crisis económica y teletrabajo. Los resultados indican que un 71,6% sufrían síntomas de ansiedad y un 60,3% síntomas depresivos en el momento de la evaluación.
Además, un porcentaje importante presentó síntomas de ansiedad y depresión clínicamente significativos (31,4% y 12,2% respectivamente), de intensidad moderada-grave. También, se observó la presencia de sintomatología depresiva en un 50,4% de los participantes y de síntomas de ansiedad en el 44,6%. De manera congruente, un 14,6% reportaron síntomas de estrés agudo asociados al hecho de haber experimentado alguna experiencia traumática.
Por otra parte, el teletrabajo y la imposibilidad de tener espacios de esparcimiento colaboran para que la salud mental de las personas se vea afectada. De acuerdo con una alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el aislamiento significa la pérdida de la rutina habitual. Ya sean actividades del hogar, el trabajo y la escuela, así como actividades físicas y de esparcimiento. Con esto hay pérdida o reducción de la interacción social con familia y amigos y, sin duda, la limitación del contacto físico con las demás personas que nos rodean”, destaca la organización.
José Luis Cid, director general de Assertive Consulting Group explica que “en situaciones inéditas como las que estamos viviendo en todo el mundo, es común que en las compañías se presenten reacciones de ansiedad, estrés e incluso miedo a lo que pueda o no pasar. Eso genera que las personas se sientan tristes y no puedan enfocarse en sus labores, que de paso se ven constantemente interrumpidas si hablamos de teletrabajo en espacios con niños y mascotas”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, considera que “los efectos de la pandemia en la salud mental están siendo sumamente preocupantes: el aislamiento social, el miedo al contagio y el fallecimiento de familiares se ven agravados por la angustia que causa la pérdida de ingresos y de empleos”.
Cómo abordarlo en nuestras empresas
Las compañías, sin importar su ramo, deben ser más sensibles a los temas humanos, según expertos de Assertive, lo correcto sería contar con una serie de actividades de contención emocional a sus equipos, generando espacios de diálogo, medición de impactos emocionales de la pandemia y el teletrabajo, y distintos talleres para entregar herramientas para gestión del bienestar personal, familiar y autocuidado.
Adicionalmente, insisten en que nunca está de más proveer espacios de consejería individual y terapia psicológica a las personas que puedan estar más afectadas y/o con duelos por efecto de la enfermedad.
Para saber cuán afectado está su personal, los expertos recomiendan utilizar diversos cuestionarios en línea para medir riesgos de salud mental, de esta manera se clasifica a las personas y se determinan sus necesidades. En algunas organizaciones se utiliza un concepto de triage emocional o semáforo en que se clasifica niveles de riesgo.
También, aconsejan realizar campañas de comunicación interna donde se den herramientas de autorregulación emocional, para que ellos mismos puedan ponerlas en práctica en momentos de presión o estrés.
Los beneficios de estas tácticas son múltiples, pero se traducen en reducción de ausentismo laboral y menos licencias o incapacidades, generando que la empresa mantenga su nivel es de productividad. Además, las personas que reciben este tipo de apoyo logran salir adelante al complementar su trabajo con espacios de contención, creándose ellos mismos un ambiente que hace posible su estabilidad laboral y emocional.
“En Assertive hemos asesorado con éxito a empresas de diversos países, las cuales en medio de esta pandemia se han visto afectadas por la situación emocional de sus colaboradores, quienes incluso han enfrentado pérdidas de familiares, o bien reducción de jornadas laborales. A través de un enfoque humano y más sensible, se puede lograr la recuperación emocional de los equipos y con ello el desempeño óptimo de la compañía en un contexto retador y complicado,” agregó Juan Pablo Díaz Tarragó.